¿Alguna vez has sentido que tu celular vibra, pero cuando ves la pantalla no hay ninguna notificación? A este fenómeno se le conoce como “vibración fantasma” y hay estudios que afirman que se ha convertido en una sensación recurrente para las personas que utilizan con regularidad dispositivos móviles y que, según 89% de quienes participaron en la muestra, les pasa cada dos semanas.
Sin embargo, efectos como el que causa la “vibración fantasma” no solo se relacionan con los smartphones. Si alguna vez has utilizado lentes probablemente te ha sucedido que intentas subirlos cuando no los tienes puestos o que te vas a dormir olvidando que no te los quitaste.
Estas sensaciones surgen por la forma en que nos acostumbramos a reconocer las señales del exterior y a que nos habituamos a algunos objetos como extensiones de nuestros cuerpos. En el caso de los dispositivos móviles, también puede pasar que creemos escuchar el ringtone o pensamos que se enciende la pantalla sin que haya sucedido así.
Las personas que han analizado este fenómeno señalan que lo más importante no es si nos ocurre o no, sino la respuesta que tenemos ante la situación, pues se comprobó que quienes tenían mayor dependencia a los mensajes de texto consideraban la sensación molesta y la calificaban como negativa.
En otro estudio se analizó que el estrés laboral, la depresión y la ansiedad relacionada con la tecnología[4] eran factores que propiciaban la vibración fantasma, causando malestar entre quienes percibían estas señales falsas.
La tecnología es una herramienta fundamental en nuestras vidas y en AT&T queremos impulsar un uso responsable de la misma, comprendiendo mejor cómo nos relacionamos con ella, por lo cual es importante analizar cómo estamos reaccionando frente a esta situación y evaluar si la relación que mantenemos con la tecnología es responsable, pues solamente de esta forma disfrutaremos de los beneficios y ventajas que nos ofrece.
Actualmente es prácticamente imposible mantenernos al margen de los avances digitales, pero es necesario afrontar los retos y desafíos que traen consigo su uso para prevenir riesgos y poder usar de forma responsable estas herramientas.
Controlar el tiempo que pasamos utilizando los dispositivos móviles y mantener una distancia sana con los mismos puede ayudar a minimizar los riesgos y a incorporar la tecnología de forma más positiva en nuestras vidas.