Para que el ventilador se convierta en tu mejor amigo hay que saber cómo usarlo; aquí te contamos
En la temporada de calor es difícil pensar que se puede ir la cama sin el uso de un ventilador, pero a veces esto da más problemas que beneficios, por lo que te contamos cómo usarlo para que sea beneficioso.
Dejar encendido el ventilador por las noches, aunque suele mejorar la circulación del aire, no es la mejor opción para mantener la frescura al dormir, tampoco sustituirlo por un aire acondicionado y esto se debe a que impulsan directamente el aire seco a los usuarios.
Según Sleep Advisor, a la larga, el impacto del aire puede producir en el cuerpo piel seca y sinusitis. Para combatir la sequedad, las fosas nasales producen un exceso de mucosidad para tratar de compensar la falta de humedad, lo que las vuelve susceptible de ser obstruidas, provocando finalmente dolores de cabeza sinusales.
¿Cómo usar el ventilador de forma correcta?
Quizás lo más importante es que el ventilador debe ser colocado a una distancia adecuada, lo que implica no colocarlo directamente a tu rostro o pecho. Lo ideal es colocarlo a un lado de la cama o al pie, a una distancia mínima de 1.5 metros.
Activa la oscilación del aparato. Es decir, no lo mantengas fijo para que así se distribuya mejor el aire por la habitación.
Regula su velocidad. Paradójicamente, una brisa suave es suficiente para la mayoría de las personas y es suficiente para mantener la frescura de la habitación.
Límpialo con regularidad. El polvo acumulado puede circular por el aire y empeorar alergias o problemas respiratorios.
Aprovecha el ruido blanco (si te ayuda a dormir). El sonido constante puede enmascarar ruidos ambientales molestos. Algunas personas duermen mejor con ese zumbido suave.
Es importante recordar que los efectos del ventilador, para mucho, es que puede ocasionar sequedad en la garganta, nariz o piel, por lo que debe usarse con discreción.