Georgina Santiago.- La 97ª edición de los Premios Óscar pasará a la historia por todos los momentos que se vivieron, pero es importante mencionar algunos aspectos acerca de la victoria de The Brutalist, con base a la controversia que la rodea. La película, dirigida por Brady Corbet, conquistó tres estatuillas, pero su uso de inteligencia artificial (IA) en la postproducción ha generado un intenso debate en la industria cinematográfica.
The Brutalist cuenta la historia de un arquitecto húngaro que emigra a Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial, enfrentando desafíos en su búsqueda por dejar huella en el mundo del diseño. Con un elenco encabezado por Adrien Brody y Felicity Jones, la película no solo impresionó por su narrativa visual, sino también por su innovador uso de tecnología.
Uno de los aspectos más comentados ha sido el empleo de IA para perfeccionar la pronunciación en húngaro de los actores, mediante la herramienta Respeecher. Aunque Brody y Jones recibieron entrenamiento en el idioma, la IA ajustó sus diálogos para hacerlos indistinguibles de un hablante nativo. Esta decisión ha generado tanto admiración como críticas, especialmente en un contexto donde la industria audiovisual debate los límites éticos del uso de la inteligencia artificial.
Pero, a pesar de la controversia, la Academia reconoció el impacto artístico de The Brutalist, otorgándole tres premios, entre los que se encuentran:
-Mejor Actor para Adrien Brody, quien ofreció el discurso de aceptación más largo en la historia de los Óscar, con 5 minutos y 40 segundos.
-Mejor Banda Sonora Original para Daniel Blumberg, cuya composición envolvente potenció la atmósfera de la película.
-Mejor Fotografía para Lol Crawley, destacando la estética visual de la cinta.
Si bien, no se llevó el premio a Mejor Película, que fue para Anora de Sean Baker, The Brutalist logró consolidarse como una de las producciones más relevantes del año.
Algo que queda por decir es que sin duda el uso de IA en el cine es un tema que sigue dividiendo opiniones. Ya que mientras algunos lo ven como una herramienta para potenciar la creatividad, otros temen que reemplace a profesionales humanos en la industria. La controversia de The Brutalist reaviva la discusión sobre la línea entre la innovación y la preservación del arte cinematográfico tradicional.
En una época donde la tecnología avanza cada vez más rápido, es importante que como audiencia nos preguntemos ¿hasta dónde está dispuesta a llegar la industria cinematográfica en la integración de la inteligencia artificial? ¿Llegará un momento en el que la IA reemplace a los profesionales de esta industria?